Chato de la Isla. José Llerena Ramos (San Fernando, Cádiz, 1926/ Fuenlabrada, Madrid, 2006). Cantaor
Como gaditano fino, es de los que paladean el cante cuando lo dicen. Y además, caracolero irreductible, porque con Caracol trabajó mucho tiempo en su tablao Los Canasteros y está convencido de que fue un monstruo, el mejor cantaor de los que él ha escuchado en su vida. Es un convencido de que se nace para cantar, de que hay que tener ese don para llegar a ser alguien. Comenzó cuando era un crío de ocho años, más listo que el hambre, en los tranvías que hacían el trayecto de San Fernando a Cádiz. Se subía a uno y otro, hacía sus cantecitos y pasaba la mano. En uno de aquellos viajes podía ganarse doce o catorce pesetas, "que era un dineral, y comía toda mi familia". Después se fue a los cabarets de Cádiz y a la famosa Venta de Vargas, donde permaneció unos veinte años antes de viajar a Madrid, en 1961. Comenzó a trabajar de inmediato en Las Brujas. Toda su carrera profesional la hizo prácticamente en los tablaos, en la ingrata tarea de cantar para el baile. Y al mismo tiempo las reuniones, las fiestas privadas, que para él siguen siendo donde mejor se canta porque es donde más a gusto se está. Cree en la inspiración del momento, porque el cante, según él, es "como un vómito", como una cosa que viene ahí de pronto.
Fuente:
https://www.flamenco-world.com
Perfecto parecido.
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