María Jerónima Francés

...en un dibujo simpático

La mujer de José María  " El Tempranillo"

Homenaje a María Jerónimo Francés
María Jerónima era oriunda de Torre Alháquime. Vivía en una humilde casa situada a espaldas de la Iglesia Nuestra Señora de la Antigua con su madre y su hermano Francisco Francés, un joven contrabandista muy conocido y popular por la zona al que le apodaban como  Frasquito “El de la Torre”, nacido en Almonaster la Real en Huelva antes de que sus padres se trasladaran a Torre Alháquime.



José María  “El Tempranillo”, sabía de la existencia de este peculiar personaje que vivía de los viajes a Gibraltar como arriero, un negocio que no dependía de tener que asaltar calesas y diligencias por los caminos. Un día, María Jerónima venia de coger agua y, en su casa se encontró con su hermano y un amigo en la mesa en la que su madre les ponía algo para comer y beber. Pronto se quedaría prendado de esos ojos negros  el Tempranillo.
A José María le llevó allí el buscar y aprender la práctica del contrabandista Frasquito y lanzarse a la sierra para probar fortuna “caballeando”, pero el amor de María Jerónima le hicieron pensar en llevar una vida sedentaria, aquí donde nadie le conocía, y no pasar más allá del contrabando de tabaco y ricos tejidos desde Gibraltar.

En Torre Alháquime María Jerónimo contrajo matrimonio con el Bandolero en 1830.
Mientras tanto María Jerónima vive en Torre Alháquime, pero las continuas molestias que le proporcionan las visitas de los migueletes, acechando una posible llegada del bandolero, y la poca protección que le dan los vecinos, hace al matrimonio trasladarse a otra población cercana: El Gastor.

Habitaba el matrimonio en El Gastor cuando llegó la hora de dar a luz, y como era de costumbre en la época, se trasladó con su madre al pueblo de Torre Alháquime.
Conociéndose el inminente parto de María Jerónimo, las autoridades rodearon la casa camuflados en espera de su marido. ¡Bestias los hombres que presumen de proteger el orden y no respetan a una mujer pariendo! , ¡Aún a sabiendas!, salvajes con uniforme sin cultura ni respeto! Exclamaba José María el Tempranillo mientras un estruendo de disparos colapsaba a su mujer debilitada por el parto. ¡Ay!, amo, toma tu hijo que me muero yo!
José María se metió  a su hijo recién nacido en la faja y cruzó en la grupa de su jaca “Beata” el cuerpo sin vida de María Jerónima, soltó una mula con bultos por otra puerta y en la confusión y con algunos disparos consiguió huir con el cuerpo de su mujer y su hijo.
 Hasta llegar a la localidad de Grazalema, donde vive por aquel entonces Frasquito “el de la torre”, al que entrega el niño. Un varón también llamado José María. 

En el carnero de la iglesia parroquial de la Encarnación enterró el cuerpo de su mujer.


El Sur de Romero en memoria de María Jerónimo Francés.

Comentarios

  1. Triste final para una mujer tan valiente.
    Por cierto ¿Existen datos del hijo?.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Que historia más triste, pero al final con un final feliz ya que al menos salva a su hijo. Lástima no respetaran esa casa donde una vida iba a ser libre mientras su padre ya era presa.
    Gracias por compartirla.
    Te invito a visitar mi blog: Literatura a vueltas.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Rosa, si es cierto, la justicia no siempre fue limpia y justa. si claro, un cordial saludo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Comentando me ayudas con este proyecto, (Gracias)