Tártessos
“Andalucía es la patria de una de
las civilizaciones originales (autóctonas) más antiguas del mundo,
contribuyendo poderosamente a destruir (por ello) los prestigios del remoto
Oriente, en lo moderno tan quebrantados, de cuna de la Humanidad y de la
civilización. ¡Quién sabe; tal vez ésta (la civilización) partiera de Occidente
(y no de Oriente), y quizás Platón estuvo en lo cierto!”.
Aquella Andalucía “prehistórica” no
era una tierra primitiva que se modernizará gracias a las influencias externas
fenicias y griegas, sino una de los pilares sobre los que se sustentará la
propia civilización mediterránea, comparable e incluso superior en importancia
a las aportaciones a ella de los pueblos del Creciente Fértil y el Egeo.


No creía que fuesen griegos o los fenicios los que nos enseñaron la escritura a los andaluces y a otros pueblos, sino a la inversa. Nosotros se las trasmitimos a todos ellos. Y el disco constituía una prueba palpable: “el alfabeto griego no es fenicio sino ibérico (en su significado geográfico, no étnico), como lo patentiza la coincidencia con este último de las dieciséis letras primitivas del primero, las cuales difieren de sus correspondientes en el segundo (…) Y lo mismo sucede con las inscripciones de los antiguos monumentos de Creta (minoicos). En el disco de Faestus se encuentran los caracteres neolíticos andaluces, reproducidos exactamente, formando en la inscripción con otros representativos”.
El Estado es siempre, cualquiera que sea su forma –primitiva, antigua, medieval o moderna-, la invitación que un grupo de hombres hace a otros grupos humanos para ejecutar juntos una empresa. Esta empresa, cualesquiera sean sus trámites intermediarios, consiste a la postre en organizar un cierto tipo de vida común.
La nación sería algo que se es, pero no algo que se hace, quiérase o no, la vida humana es constante ocupación con algo futuro. Desde el instante actual nos ocupamos del que sobreviene. Por eso vivir es siempre, siempre, sin pausa ni descanso hacer futuro.
Si la Nación consistiese no más que en pasado y presente, nadie se ocuparía de defenderla contra un ataque. Los que afirman lo contrario son hipócritas o mentecatos.
Más acaece que el pasado nacional proyecta alicientes –reales o imaginarios- en el futuro. Nos parece deseable un porvenir en el cual nuestra nación continúe existiendo.
Por eso nos movilizamos en su defensa; no por la sangre, ni el idioma, ni el común pasado. Al defender la nación defendemos nuestro mañana, no nuestro ayer. La nación como excelente programa para mañana. El plebiscito decide un futuro. Si para que exista una nación es preciso que un grupo de hombres cuente con un pasado común, yo me pregunto cómo llamaremos a ese mismo grupo de hombres mientras vivía en el presente eso que visto desde hoy es un pasado.
Trabajemos,pues, para reflotar la esencia misma de nuestros orígenes como pueblo diferenciado y dejar que brote el árbol genealógico de la identidad andaluza. No para crear trozos separados y perdidos -en las ranuras de la caja del puzle que contiene el resto de las piezas- sino para completar armoniosamente y con respeto el gran puzle que forma esta península ibérica y trabajar todos por un futuro común.
¡Desterremos, pues, nuestra historia y enseñémosla al mundo entero!. Utilicemos el pasado para pintar y decorar el futuro. No para crear problemas civiles, sino para encontrar solidez en nuestras relacciones. Sumando sin restar.
Un Estado es algo que vive, y es la vigencia lo que le da vida, varía y se transforma..
Hola Juan, este post me ha requeteencantado, no sé si existe tal palabra, pero si no la hay la acabas de provocar. Cuánto se aprende sobre el sur en tu blog!!!
ResponderEliminarun saludo
Muchas gracias Rosa, asi es una cultura e identidad ocultada por el aliniamiento imperialista de españistan, una civilización borrada de los mapas y de la educación., uncordial saludo
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